Para muchos, los días de lluvia significan melancolía o nostalgia. Por el contrario, algunos otros tomamos una postura más activadora y creemos en que no hay mejor plan que ponerse a cocinar tortas fritas mientras apreciamos las gotitas que caen sobre nuestra ventana o escuchamos el ruido que provocan los truenos.
Además de asociarlo indefectiblemente con la lluvia, este plato demostró ser un compañero inseparable del mate. Resultan una excusa perfecta para reunirse en familia: mientras las anécdotas fluyen podemos ver como estos exquisitos bocaditos desaparecen progresivamente de nuestro plato de presentación.
Estos manjares tienen múltiples ventajas. Una de las principales es su fácil elaboración: con tan sólo harina, sal, agua, azúcar, levadura y un poco de aceite o grasa podemos disfrutar de estas tortitas en poco tiempo. Su masa es similar a la del pan común con un leudado más corto lo que facilita nuestra tarea y permite que cualquier persona se encuentre apta para elaborarlas. Como si esto fuera poco, contamos con la certeza de que van a ser un éxito para cualquier oportunidad ya que resulta difícil encontrar una persona que pueda resistirse a probar una.
Cuesta imaginarnos un lugar de nuestro país en el que no tengan ninguna referencia de este plato. Sin embargo, para sorpresa de muchos, las tortas fritas nacieron en cunas lejanas a Argentina.
Para encontrar sus raíces tenemos que retrotraernos muy atrás en el tiempo. Se puede afirmar que su origen es alemán pero los encargados de transportar esta receta a América fueron los árabes y los españoles en la edad media.
Nuestro país recién pudo conocer el sabor de las tortas fritas en 1878, cuando los alemanes de Volga mostraron la herencia de sus ancestros y cocinaban estos manjares llamados Kreppel. Inmediatamente el plato fue un éxito y quedó instalado por toda la población argentina que lo adoptó como un elemento tradicional de su cultura.
El nombre que se mantiene en la actualidad es una adaptación a la denominación con las que se las identificaba en Europa Central. Fueron ellos los encargados de traducir el vocablo al español como masa frita.
Como todas las recetas, el paso del tiempo hace que se le agreguen algunos ingredientes como chocolate, dulce de leche u otros dulces. Pero de cualquier manera, la elaboración se mantiene inalterable al paso del tiempo, razón que legitima un verdadero clásico.
Aprendé a hacer unas exquisitas tortas fritas
Correcciones:
ResponderEliminarBien la sección.
Todo lo que puedas sumar a la historia que contás, testimonios e historias la hacen más interesante para el lector. Ese es tu objetivo.
Bien por el video, una pena la foto con la que empieza pero eso no depende de vos.
Faltan varios trabajos, no te atrases.