lunes, 22 de agosto de 2011

Los grandes inventos de la pastelería argentina

La birome, las alpargatas y la soda son algunas de las creaciones que nos adjudicamos los argentinos. Pero en la gastronomía también dejamos nuestra cuota de originalidad.



En los últimos días, un novedoso postre apareció en la carta de la confitería del club Boca Juniors para el asombro de todos los visitantes. El Fantasma de la B es la nueva creación culinaria argentina con la que los Xeneizes cargan a sus colegas de River por el descenso a la segunda categoría del fútbol local por primera vez en su historia.



Este manjar creado por el dueño de la confitería consiste en una porción de helado de crema americana acompañado de frutos rojos. Pero el ingrediente esencial lo aporta la salsa de frutilla que dibuja un fantasmita figurado sobre la bocha de helado.



Con tan sólo 20 pesos, los visitantes pueden deleitarse con este ejemplar. Lentamente, comer este postre se transformó en el primer peaje que atraviesan los turistas antes de visitar el museo Xeneize.



Pero si de originalidad se trata, basta con viajar imaginariamente desde La Boca hacia el sur del Gran Buenos Aires para encontrarse con el Postre Balcarce. Este manjar típico de nuestro país nació en una confitería llamada París, ubicada en la localidad que le prestó su nombre. Sus orígenes se remontan a 1950 cuando a Guillermo Talou, propietario del local, se le ocurrió combinar dulce de leche, bizcochuelo, nueces, batatas en almíbar, merengues, crema y coco en diferentes capas para darle vida a este postre. La receta original no contenía ningún aditivo químico, cualidad que lo hizo aún más atractivo.



A pesar que este manjar recorrió el mundo bajo el nombre Balcarce, en sus inicios se lo conoció como postre Imperial. Con los años, la marca y la receta se vendió a la empresa Postres Balcarce S.A que se encargó de rebautizarlo con el nombre con el que se lo conoce hoy en día.



En la actualidad, este manjar despierta pasiones en Argentina, Venezuela, Brasil, Paraguay, Chile, Panamá, Ecuador, Costa Rica, Colombia, Cuba, Guatemala y EE.UU. Este postre aprobó el examen de los paladares más exquisitos.



Mientras Talou elaboraba la creación en su negocio, la firma Bagley creaba las legendarias galletitas Chocolinas que al poco tiempo de su salida se instalaron definitivamente en los hogares argentinos. Debido al éxito inmediato, la empresa empezó a colocar en el dorso del paquete diferentes recetas que se podían realizar con esas galletitas. Gracias a esa iniciativa y un poco de marketing nació la inmejorable Chocotorta, infalible en reuniones, cumpleaños y casamientos.



La Chocotorta no necesita definición. Tampoco está bordeada por una historia o un anecdotario que resulte trascendental para reconstruir su historia. Alcanza con decir que consiste en un bloque informal de varias capas que se logran como resultado de la mezcla de las galletitas, queso crema y dulce de leche. El secreto no exige mucho más que eso.



Una de las principales ventajas de este manjar es que no requiere cocción y se puede elaborar con pocos ingredientes y un procedimiento sencillo.La Chocotorta nos resulta una comparación irresistible de sabores.
Pero si hablamos de manjares, no podemos dejar de mencionar el Postre Vigilante, otra creación de la que podemos hacernos cargo con orgullo.Seguramente nos cueste encontrar una delicia más sencilla que esta. Su elaboración tan sólo consiste en colocar una feta de queso cuartirolo con una rodaja de dulce encima. Ahí nace una controversia interesante: ¿dulce de membrillo o dulce de batata?








Muchos sostienen que la receta original se prepara con membrillo y que el que lleva dulce de batata en realidad se denomina Martín Fierro. En cambio otras versiones afirman que el verdadero vigilante lleva dulce de batata ya que el dulce de membrillo va acompañado por queso Mar del Plata. Lo concreto es que la combinación del queso y el dulce no es nueva. En Argentina se acostumbra comer un trozo de queso con algún dulce que varía según la región geográfica.



En cuanto a su origen y su nombre, el Postre Vigilante está rodeado de tabúes. La historia más popular indica que este manjar recibe su mote por a la denominación porteña del policía. De ahí nacen dos versiones. La primera indica que por la característica del plato, los policías del Siglo XX optaban por comerlo de pie. La segunda hipótesis afirma que su origen se encuentra en una cantina de Palermo donde solían comer los agentes de la zona.



Con tabués, estrategias, inventiva o folclore, la pastelería argentina está llena de creatividad, un ingrediente que resulta irresistible para cualquier paladar del mundo.




1 comentario:

  1. Correcciones:
    Bien, asumo que el anterior era el perfil y esta la nota temática. Perdón por el error.
    Bien los dos entonces, en el género.
    En este caso, primero hay algunos errores de formato, espacios de más y de menos en algunos lugares. En especial entre los párrafos.
    En cuanto al texto, esta bien llevado. Un par de frase históricas para apoyar las anécdotas que contás lo coronarían.
    La última foto creo que está de más. Podrías haber puesto la foto de cada postre cuando lo nombrabas.

    ResponderEliminar